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21 octubre, 2012

Consejos para adelantar el parto de manera natural

A medida que se acerca la fecha del parto, muchas embarazadas buscan trucos para dar a luz cuanto antes. Hay numerosos mitos y leyendas acerca de técnicas y maniobras que pueden ayudar a ponerse de parto. Te explicamos qué funciona y qué no.

La realidad es que no sabemos con precisión en qué momento y cuáles son los mecanismos que desencadenan el parto en la mujer y no podemos prever con exactitud el momento en el que va a terminar ese embarazo. Por lo tanto, si no conocemos bien los mecanismos naturales, difícilmente podremos imitarlos.

No obstante, la experiencia y la observación nos dicen que en algunas mujeres (no en todas) hay algunos trucos que pueden ayudar a adelantar el parto, a que este proceso final del embarazo sea más fácil y corto. No son hechos demostrados científicamente, pero a veces pueden funcionar.

Andar, hacer ejercicio

Parece lógico pensar que si ante una amenaza de parto prematuro se recomienda a la embarazada que repose, el ejercicio ayude a acelerarlo.

Después de una larga caminata o un esfuerzo físico importante (un día de trabajo duro, una comilona, un viaje...), la mayoría de las embarazadas perciben más contracciones de lo normal. Habitualmente, si no son de parto, estas contracciones ceden una vez que la mujer descansa. Pero hay ocasiones en las que, tras estas circunstancias, se desencadena definitivamente el parto. Existe un estudio realizado en la Universidad de Ohio (EE.UU.) entre los años 2004 y 2005 que apoyaría esta teoría, aunque no está del todo demostrada.

Lo cierto es que, independientemente de que se consiga o no desencadenar el parto, la práctica de ejercicio físico moderado durante el embarazo es beneficiosa para la futura mamá y el feto y, al mejorar el estado físico de la mujer, también ayuda a que el parto se desarrolle con normalidad.

Salvo que el obstetra o la matrona indiquen lo contrario, el ejercicio moderado nunca va a ser perjudicial, sino todo lo contrario.

Relaciones sexuales para dar a luz antes

Existe una leyenda popular que dice que hacer el amor al final del embarazo puede ayudar a desencadenar el parto. Se fundamenta en dos hechos:

Por una parte, el orgasmo desencadena contracciones uterinas similares a las del parto, que pueden estimular la dilatación del cuello del útero.

Por otra parte, el semen contiene unas sustancias llamadas prostaglandinas que también pueden producir dinámica uterina (las contracciones que originan la dilatación).

Por ello, tanto las relaciones sexuales en pareja como la masturbación pueden tener como consecuencia la aparición de contracciones que pueden ayudar a modificar el cuello del útero. Por esta razón, cuando una embarazada tiene amenaza de parto prematuro, una de las medidas que prescribe el tocólogo es el reposo sexual.

Estimulación de los pezones

Hay determinados estímulos sobre el pezón que pueden provocar la secreción de oxitocina, que es la hormona que provoca las contracciones en el útero, entre otros efectos.

Estos estímulos pueden ser pellizcarlos, exprimirlos, morderlos o simplemente tocarlos.

Es frecuente que al final del embarazo, durante el tercer trimestre, observemos un líquido amarillento que sale del pezón. Es el calostro, la primera leche materna que va a tomar nuestro bebé.

Aunque nos pase esto, debemos evitar manipular o exprimir el pezón, porque puede ser perjudicial, y, además de producir infección en el pecho, provocarnos contracciones en el útero.

Antiguamente la estimulación del pezón se usaba a veces para inducir el parto en los hospitales.

Acupuntura e infusiones para inducir el parto

Hay algunos estudios que afirman que determinadas técnicas de medicina alternativa, como la acupuntura, pueden inducir el parto, pero no hay nada probado. Otros que dicen que la ingestión de ciertas infusiones puede ayudar a adelantar el nacimiento, pero igualmente tampoco está probado.

Además, el consumo de determinadas hierbas medicinales puede incluso resultar perjudicial para la futura madre y el feto. Por ello, si la mujer está habituada a tomar infusiones, debe consultar con su ginecólogo si puede seguir haciéndolo durante el embarazo y nunca consumirlas para tratar de adelantar el parto o con cualquier otro fin médico.

¿Estás segura de que quieres adelantar tu parto?

En realidad, tiene que haber una razón poderosa para adelantar la fecha de un parto. La naturaleza ha previsto que el embarazo dure aproximadamente 40 semanas y la situación ideal es que sean la propia madre y el feto los que decidan en qué momento debe terminar el embarazo, sin forzarlo.

Y si el embarazo dura más, los profesionales cuentan con los medios suficientes para verificar el bienestar de la madre y el bebé y para determinar si es conveniente provocar o no el parto.

Si es necesario, porque hay una causa justificada, serán los profesionales los que deberán decidir cómo se debe realizar este proceso.

Adelantar un parto no está exento de riesgos, ni para la madre ni para el bebé. Por ello, se realiza bajo un estricto control hospitalario y en ocasiones plenamente justificadas.