Muchas mujeres experimentan que durante la gestación, el sentido del gusto está alterado, y así lo que antes les resultaba irresistible ahora les causa rechazo, y al revés también. Concretamente, veremos en este vídeo a una nutricionista explicar lo que ocurre con el café, el aceite y la sal en el embarazo.
De esta manera, es posible que sientas la necesidad de agregar más sal a las comidas debido a las alteraciones en el gusto durante el embarazo. Mejor no hacerlo, en especial si se tiene tendencia a la retención de líquidos o a la hipertensión. Hierbas aromáticas, limón, algunas especias y hasta la miel pueden ayudar a saborizar los alimentos sin causar daños a la salud.
También es importante prestar atención a productos con mucho contenido de sal como embutidos y fiambres, snacks, conservas, encurtidos y otras preparaciones. Consúmelas en cantidades moderadas.
El café y el té favorecen el ardor estomacal, algo que es frecuente en esta etapa especialmente en el tercer trimestre. También interfieren en la absorción del hierro y del calcio, es por ello que no hay que abusar.
En cuanto al aceite, la ración diaria es de cuatro a seis cucharadas soperas, preferiblemente escoge aceite de oliva que tiene mejores propiedades nutricionales. No es necesario aumentar la cantidad de aceite en la mujer embarazada.
