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16 mayo, 2012

Consejos para controlar la aversión a aromas y olores durante el embarazo

Es un síntoma conocido y ya lo explicamos: la hiperosmia, esa característica de las embarazada que debido a los cambios hormonales sienten enorme rechazo hacia olores fuertes.

Pero como olfato y gusto van de la mano, lo problemático de esa aversión a olores fuertes, es que al sentirlos puede provocarte náuseas y vómitos, convirtiéndose realmente en una molestia y hasta un problema.

Si bien algunas mujeres dejan de tener molestias con los olores tras el primer trimestre, otras en cambio mantienen esta condición hasta el parto. En cualquier caso, tomando algunas medidas y consejos es posible que la pases un poco mejor.

El pescado y la carne – especialmente si están crudos – encabezan los olores que causan mayor rechazo. También los perfumes y el café. Siempre que puedas, evita exponerte a todos ellos.

Cuando cocines, enciende siempre el extractor, y en lo posible abre puertas y ventanas para que los olores no se concentren. Si la comida cruda te resulta imposible de soportar, opta por comprar congelados, que tienen menos olor. También, puedes modificar un poco tus recetas o pedirle a tu pareja que te ayude a cocinar algunos días.

La nevera es foco de olores insoportables para algunas embarazadas. Coloca un vaso de jugo de limón dentro para que se neutralicen.

Si utilizas un perfume muy intenso, sustitúyelo por una colonia fresca y suave, pero no la utilices tan a menudo puesto que terminarás por no poder tolerarla. Pídele a tu pareja que tampoco utilice cosméticos o perfumes demasiado fuertes.

En cualquier caso, cada embarazo es diferente y hay algunas mujeres que pierden parte del gusto y del olfato. En cualquier caso, son cambios normales que algún día desaparecerán y todo volverá a como era antes.