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27 noviembre, 2010

Molestias en el tercer trimestre de embarazo

Como hemos dicho anteriormente, todas las mujeres sufren, en menor o mayor medida, las molestias del embarazo. Ya hemos hablado de las más comunes en el primer trimestre y en el segundo trimestre de embarazo. Vamos hoy a dedicarnos a las molestias en el tercer trimestre de embarazo y cómo aliviarlas.

En la recta final del embarazo aparecen nuevos trastornos o se agravan algunos ya existentes, pero en cualquier caso la mayoría están ocasionados por el aumento de peso y el volumen de la tripa.

En las últimas semanas de embarazo, si no lo han hecho antes, hacen presencia algunas molestias como por ejemplo, dolor de espalda, acidez, hinchazón y pesadez de piernas, ronquidos e indigestión.

Acidez
La acidez o ardor de estómago puede aparecer en cualquier momento del embarazo. Es provocada por la acción de las hormonas que producen una relajación del anillo muscular que se encuentra entre el esófago y el estómago, permitiendo que los ácidos estomacales y parte de la comida digerida refluyan hacia el esófago produciendo sensación de ardor o quemazón.

Sin embargo, es más frecuente o se agudiza en el tercer trimestre debido a la presión que ejerce el útero sobre el estómago, volviendo además la digestión más lenta.

Para mantener a raya la acidez debes comer pequeñas cantidades varias veces al día, comer despacio, evitar algunos alimentos como cítricos, yogures, vegetales de hoja crudos, fritos, alcohol y café, esperar al menos una hora para acostarte después de comer, y dormir un poco incorporada.

Hinchazón y sensación de pesadez en las piernas
El aumento de volumen sanguíneo hace que se acumule un exceso de líquido en los tejidos de la embarazada, provocando hinchazón y sensación de pesadez en las piernas.

Para aliviar la hinchazón debes evitar estar muchas horas de pie o sentada, intentar caminar y elevar las piernas para facilitar el retorno venoso. El edema puede descender a tobillos y pies, así que procura evitar los calcetines que aprieten y los zapatos incómodos.

Date duchas de agua fría en las piernas, come fruta y bebe mucho líquido para mantenerte hidratada.

Dolor de espalda
La espalda es una de las partes del cuerpo que más sufre en el embarazo. La distensión de los ligamentos, provocada por la hormona relaxina, y el peso de la tripa provocan un desequilibrio en la postura corporal y un dolor, a veces realmente intenso, en la parte baja de la espalda.

Si sufres de dolor de espalda, sigue estos sencillos consejos: cuida tu postura para evitar dañar la espalda (por ejemplo, cuando vayas a agacharte hazlo flexionando las rodillas, no la cintura), practica ejercicio, utiliza calzado adecuado (ni muy altos ni muy bajo), date masajes y aplica calor seco localizado si es necesario.

Ronquidos
Aún cuando nunca hayas roncado es posible que hacia el tercer trimestre de embarazo empieces a hacerlo. Si ya roncabas antes del embarazo, lo más probable es que se intensifique.

La causa es la inflamación de las vías respiratorias que produce una sensación de taponamiento (aún sin estar constipada) y cierta dificultad para respirar que se traduce en ronquidos. Además, hacia el final del embarazo, se deposita algo de grasa alrededor del cuello y garganta, estrechando más las vías respiratorias.

Para aliviar los ronquidos en el embarazo se recomienda evitar la cafeína, controlar el aumento de peso, elevar un poco la cabeza al dormir, dormir de lado o recurrir a las tiritas nasales adhesivas.

Indigestion
El tamaño del útero comprime los órganos que intervienen en la digestión haciéndola más lenta y pesada. Esto provoca malestar estomacal, gases y sensación de que todo lo que comes te sienta mal.

Al igual que se recomienda cuando hay acidez, lo más aconsejable es evitar las comidas copiosas y pesadas, tomar pequeñas raciones a lo largo del día, comer lentamente y masticar bien las comidas. Come al menos una hora antes de acostarte y duerme semi incoporada.

Síndrome de las piernas inquietas
Es un trastorno frecuente hacia el final de embarazo. Se caracteriza por una incomodidad en las piernas al estar acostada, una molestia que hace moverlas y cambiar constantemente de postura impidiendo el descanso. Puedes sentir cosquilleo, tirantez, quemazón, frío o dolor, tanto en una como en ambas piernas.

Para aliviar este molesto trastorno se recomienda mejorar el descanso, realizar ejercicio moderado (preferentemente hacia el final del día) y evitar las bebidas con cafeína. Se cree que puede haber una relación con el déficit de vitaminas, pero debe ser el médico quien indique en su caso los suplementos vitamínicos.