-

17 agosto, 2010

Cómo detectar la deshidratación en el bebé

En época estival es más frecuente que los bebés y niños pequeños se deshidraten, ya sea debido a la transpiración excesiva y a la exposición al sol, como también porque es en esta época en la que proliferan los gérmenes patógenos intestinales.

Un cuadro de deshidratación en un bebé o niño pequeño es algo grave, por eso es importante que los papás sepan cómo darse cuenta de la situación, para entonces llevar a su pequeño a la sala de urgencias en forma pronta.

El cuerpo de los bebés y niños se compone en un 60% de agua, pero además con la deshidratación se pierden electrolitos (minerales indispensables para el organismo).

Si se pierden electrolitos pero no tanta agua se tiene una deshidratación hipotónica, por el contrario si se pierde mucha agua y menos electrolitos, será hipertónica. En bebés y niños las dos situaciones son graves.

Generalmente, un niño se deshidrata en cuestión de horas si sufre de diarrea, vómitos o ambos. Esta situación debe ser atendida en forma rápida para evitar la deshidratación, especialmente en verano.

Pero además en épocas de altas temperaturas los niños pueden sufrir un golpe de calor, y la transpiración excesiva los deshidratará con suma rapidez. Para evitarlo, hay que administrar muchos líquidos, mantenerlos siempre a la sombra y en lugar fresco, con sombrero y todas las pautas para el cuidado del sol.

En caso de orina excesiva como cuando hay diabetes mellitus o diabetes insípida también se puede deshidratar el niño, aunque son los casos menos frecuentes.

Un niño que está deshidratado tendrá mucha sed, llorará, tomará todo el líquido que se le ofrezca, y si el cuadro progresa tendrá la fontanela y los ojos algo hundidos. Se le secarán la boca y la lengua, y también puede tener fiebre.
El bebé deshidratado puede estar aletargado o también muy excitado.

En todos los casos y si hay diarrea, hay que ofrecer mucho líquido, y se pueden ofrecer sales de rehidratación oral que se venden en farmacias y se disuelven en agua.

Pero siempre, ante la duda, la consulta médica a tiempo evita males peores.