Dormir con el bebé no es bueno

Dormir con el bebé no es bueno. La afirmación es contundente y por si no estás suficientemente convencida hemos entendido oportuno compartir algunos comentarios al respecto para que puedas estar bien informada, a la hora de tomar una decisión.

Ante todo vale puntualizar que nos referimos a dormir por las noches y el hecho de dormir con el bebé transformado en un hábito o con perspectivas de serlo. No hablamos de la siestecita típica que nos sorprende cualquier tarde en un sofá o incluso en nuestra propia cama, por lo que comienzo por decir que las razones de mayor peso siempre involucran temas de seguridad.

La primera de ellas tiene que ver con la higiene. Piensa que en todo extremamos los cuidados de higiene relativos al bebé, a veces esterilizamos sus biberones, lavamos muy bien su ropa y desinfectamos los ambientes en que está…, pero si lo acostamos con nosotros (que generalmente no estamos rodeados de tanta asepsia) lo exponemos a todos los agentes patógenos a los que hemos estado expuestos.

La segunda es un tema de seguridad propiamente dicha. Ten en cuenta que hablamos de dormir, y cuando nos dormimos hacemos movimientos de los que no estamos conscientes y alguno de ellos podría ocasionar una caída de la cama al bebé, o – lo que es peor- no permitirle respirar, lo que tendría consecuencias catastrófica que no es necesario describir.