Cuando una pareja está en la dulce espera de su hijo, son muchas las incertidumbres que llenan de ilusión a los futuros papás. Además de la más directa, si se trata de un niño o niña, es normal que se imagine distintos rasgos de su aspecto físico o personalidad.
¿A quién se parecerá? ¿Tendrá los rizos de mamá, la altura de papá, la nariz de la abuela o la particular risa del abuelo? Sin embargo, hay un detalle que podemos predecir gracia a un sitio web.
En efecto, el color de ojos del bebé puede predecirse por la conjunción de diversas herencias genéticas. Por ello, en la página te pedirán que indiques el color de ojos de los padres, de los cuatro abuelos del niño y de sus hermanos si es que ya los tiene.
Así, ya podrás saber con bastante certeza si sus ojos serán marrones, verdes o azules, y podrás imaginarte el rostro de tu hijito con más precisión.
Como dato, te contamos que el color se define entre los 6 y los 9 meses. Antes, puede ocurrir que tu hijo tenga ojos claros, de un tono grisáceo aunque después vire al marrón o al miel. Esto se debe que aún no producen suficiente melanina, células pigmentarias de ojos, piel y cabellos.