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09 noviembre, 2009

El exceso de chupete podría provocar retrasos en el habla

Chuparse el dedo, el chupete o la tetina (mamadera) pueden ser hábitos que podrían provocar trastornos en el lenguaje de los menores si se alargan en el tiempo. A esta conclusión se llega en un estudio realizado en Chile y publicado por la revista médica “BMC Pediatrics”.

La hipótesis del grupo de científicos a cargo del proyecto era que los niños, al chuparse el dedo, el chupete o el biberón, no ejercitan adecuadamente todos los músculos de la cavidad oral, y como sólo se desarrollan algunos, no alcanza a formar la musculatura necesaria para la capacidad del habla.

La imvestigación tuvo en cuenta los datos de un grupo de 128 niños de entre 3 y 5 años, indagó en las razones de por qué los niños a esa edad aún no desarrollan del todo su capacidad del habla, haciendo que incluso pronuncien mal algunos fonemas. Se descubrió que los niños que tenían un hábito más persistente de chupar chupete, tetina o el dedo mostraron un riesgo más alto de desarrollar trastornos del habla en edad preescolar.

Los trastornos no son graves, ya que se trata de dificultades para pronunciar ciertos sonidos de palabras o para simplificar su pronunciación, cuestiones que con el paso del tiempo, mediante la práctica y el abandono de los hábitos, pueden superarse.

El doctor a cargo de este estudio en Chile, Juan Carlos Vélez, ha recomendado que las madres traten de alargar el periodo de amamantamiento, ya que otros estudios realizados sobre esa etapa han comprobado que eso ayuda a ejercitar mejor los músculos faciales y de la lengua, logrando una mejor capacidad de habla.

El estudio ha sido efectuado por la Corporación de Rehabilitación Club de Leones Cruz del Sur en Punta Arenas (Chile) en colaboración con investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Washington (EEUU).

Para los padres que, como yo, tienen hijos que se chupan el dedo o adoran el chupete, enviaría un mensaje tranquilizador. Sólo en casos extremos de continuada succión y alargamiento en el tiempo de estos hábitos podrían producirse esos retrasos y dificultades en el habla debido al uso del chupete, tetina o chuparse el dedo.

Vía: Revista carrusel