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08 mayo, 2009

Las 8 verdades que nadie dice sobre ser mamá

Los bebés son adorables y todos los sabemos al verlos. Son tiernos, lindos, huelen bien y cuando sonríen… nos quitan el aliento.

Cuando aprende a caminar y dan sus primeros pasos nos vuelven a quitar el aliento y alguna que otra lágrima. ¡Qué orgullo, qué emoción!

Y podríamos seguir diciendo varias maravillas de ser mamá, porque las hay muchas y muy intensas. Ahora bien… también hay de las otras experiencias, de las que no son tan lindas ni agradables. De esas que nos exasperan y nos ponen como locas.

Y aunque nadie habla sobre ellas, esta bueno no dejar de mencionarlas. Saber de antemano que no todo es color de rosas, nos puede preparar e incluso impulsar para disfrutar más la vida… tal cual es.

Además… es tranquilizador saber que no estás solo en el mundo, teniendo pensamientos malignos alguna que otra vez sobre esto de ser padres.

Por esto mismo, hoy vamos a decirles esas 8 cosas que nadie, absolutamente nadie, menciona sobre lamaternidad. Y lo haremos siguendo esta divertida lista de la CNN

No hay ninguna curva de aprendizaje

por más que cambiemos pañales y ganemos experiencia, una vez que viene un cólico o algún pequeño malestar, se nos olvida toda la experiencia y nos ponemos tan nerviosas como eternas madres primerizas.
Y si creen que el primer hijo las prepara para el segundo, ni se gasten. Probablemente su próximo hijo sea completamente diferente al anterior.

Siempre marchamos en círculos

cada vez que logras resolver una cosa, descubres que hay otra por hacer. Ser mamá es una interminable ronda de tareas: alimentar, cambiar pañales, bañar, etc.

Algunas veces te sientes sin esperanzas.

Cuando te haces madre estas lista y dispuesta a hacer cualquier cosa para que tu niño se sienta feliz y seguro en el mundo. Pero incluso en el patio trasero de tu casa o dentro del hogar, tu hijo puede enfrentarse a algún peligro o situación problemática.

Las circunstancias se desarrollarán más allá de su control directo. Y te sentirás desbordada sin poder hacer nada.

Tu no haces repeticiones instantáneas

Vas a decir algo equivocado. Vas a hacer algo equivocado. Así es la vida en general, pero con un niño pareciera que todo se multiplica. Es que se vuelve más difícil, porque estas tomado decisiones para su buen crecimiento cada fracciones de segundos.

Todos nos equivocamos y las madres también. Algunos errores no cicatriza en un niño. Debemos pedir disculpas si es apropiado y no dejarlo pasar. No den lugar al orgullo si han cometido un error.

No hay privacidad

Cuando uno se convierte en madre, la privacidad se vuelve un privilegio infinitamente escaso. Es importante que sus hijos aprendan a tener paciencia, autosuficiencia, y el significado de la vida privada. Para ello deben establecer límites.

Tu bebé algún día te insultará.

Ser madre es una calecita: durante un segundo eres la mejor, y al segundo siguiente la peor de todas. Los estados de ánimo de un niño durante el crecimiento son muy cambiantes. Pero al menos que sea claramente intencional, como una grosería antisocial, no debes tomar nada personalmente. Simplemente esta creiendo.

Tienes que obligarte a retirarse

No puedes controlarlo todo, debes luchar internamente por no intervenir en muchísimas circunstancias: terminar el puzzle, subirle el cierre, atarle las zapatillas o recordarle cada 10 lo que debe hacer.

Si no estas arriba de todo, harás que sean más autosuficientes.

No sabrás si has hecho un buen o un mal trabajo hasta que pasen 20 0 30 años

Cada decisión que tomas, tanto referida a la disciplina, las actividades extracurriculares o lo que sea, tienen repercusiones. Generalmente no son trascendentales, pero puede pasar.

Puedes tener una muy buena idea de cómo van las cosas, pero jamás sabes realmente qué tipo de persona será tu niño o cómo has contribuido a criarlo, hasta que tu hijo esté totalmente crecido.