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11 mayo, 2009

¿Estás embarazada? Respuestas a las primeras dudas

El test de embarazo dio positivo, pero entre la alegría por que llegue el bebé se mezclan muchas preguntas: ¿Ya se me nota? ¿Cambiará nuestra relación debido al embarazo? Aquí tenemos las principales respuestas para ti.

¿Es posible que ya se me note?

Un aura que viene de dentro. La tripa, en lugar de estar metida como de costumbre, se coloca, segura de sí misma, en la posición de salida. A veces la mano la toca ensimismada... Sí, se nota cuando las mujeres están felizmente embarazadas. Las hormonas del embarazo nos cambian: los estrógenos hacen que el pelo brille, la progesterona se ocupa de que la piel se vuelva más suave y todo esté más blando y flexible, tanto el cuello uterino como el corazón. Por eso las futuras mamás están más sensibles y lloran con más facilidad, pero también tienen esa aura especial que no pasa desapercibida.

He bebido demasiado antes de que pasara, ¿es malo?

La norma es que hay que renunciar al alcohol desde el momento en que planeamos quedarnos embarazadas, ya que el embrión recibe las sustancias nocivas que tome su madre. Éstas pueden perjudicar los procesos de división celular y la disposición y desarrollo de sus órganos. La buena noticia es que, en las dos primeras semanas tras la fecundación, la naturaleza se rige por el principio del todo o nada. Sólo crece lo bueno. Si las células están dañadas por alcohol, medicamentos, nicotina o enfermedades, no se dividen. Entonces se produce un aborto involuntario muy temprano que parece un retraso en la menstruación. Si, por el contrario, el embarazo prosigue, es la mejor prueba de que la noche de copas no dañó al feto. Pero a partir de ahora, la mamá debe saber que el bebé ingiere lo mismo que ella, así que en los próximos meses, bebidas sin alcohol.

¿Nuestro amor es lo suficientemente fuerte para tener un hijo?

La vida que crece dentro de la tripa es un privilegio tal para las mujeres, que muchos hombres al principio se sienten marginados. Sienten amenazada la exclusividad que tenían hasta ahora en la relación con la mujer a la que aman. Y temen también por el pedazo de libertad que se les va. Ser responsable de una vida chiquitita que depende en todo y para todo de ellos es algo que al principio incomoda a muchos hombres. Las mujeres, en cambio, viven el embarazo de forma más concreta desde el principio. Sin embargo, también se plantean muchas preguntas: ¿estará conmigo dentro de 20 años? Y sus manías, ¿las "heredará" el bebé? Pero no hay que preocuparse, el embarazo dura 40 semanas por algo, y es tiempo suficiente para que ambos os calméis. Y una vez que los hombres procesan la novedad, se entregan rápidamente a todo lo relacionado con el bebé, comparten las ganas de hacer planes de futuro y se emocionan igual al ver las primeras ecografías.

¿Cuándo lo digo y a quién?

Lo primero de todo: nadie tiene derecho a saber inmediatamente que estás embarazada. Pero cuando lo digas, ten en cuenta el orden: a menudo, los futuros abuelos no reaccionan bien si no les cuentas personalmente que hay un nieto en camino. Y al jefe tampoco le gusta enterarse en los pasillos. La variante clásica es: futuro papá, mejor amiga, futuros abuelos y jefe antes de la duodécima semana, el resto después. ¿Por qué el jefe? Porque así te beneficiarás de un trato especial desde el primer momento, como un lugar de trabajo más cómodo para el cuerpo o protección contra el despido. ¿Y por qué un plazo de tres meses? Porque después, el riesgo de aborto disminuye mucho. Por este motivo, muchas mujeres prefieren esperar: tienen miedo de que si ocurre se les pregunte constantemente cómo va el bebé.

¿Ahora tengo que comer por dos?

No. Las mujeres embarazadas apenas necesitan más calorías que quienes no llevan un bebé dentro. Solo hacen falta unas 180 calorías más, las que aporta una rebanada de pan con queso. Pero para muchas embarazadas, ni siquiera esto, puesto que disminuyen el ritmo y se toman (con razón) más pausas. Y así, queman menos calorías. Por eso, más importante que el cuánto es el qué: para que el bebé esté bien aprovisionado necesita suficiente leche y productos lácteos (entre medio y un litro de leche o lácteos, o entre dos y tres lonchas de queso al día), mucha fruta y verduras y pan y cereales (mejor si son integrales). El ácido fólico, el yodo y el hierro son complementos nutricionales necesarios, que te recetará tu médico.

¿Tengo que preocuparme por las pérdidas de sangre leves?

Ocurren a menudo, les pasa a una de cada cinco mujeres. Normalmente, no hay motivos para preocuparse. Las pérdidas de sangre leves pueden deberse a una pequeña vena del cuello uterino o al desprendimiento no dañino de algún tejido. Sin embargo, las hemorragias durante el embarazo son siempre una buena razón para ir al ginecólogo, aunque solo sea para no preocuparse y disfrutar del embarazo sin quebraderos de cabeza.

¿Por qué ahora estoy siempre tan cansada?

¿Te quedas dormida antes de que empiece el telediario? ¿Dejas a las amigas en la pizzería después de un plato de pasta? Lo primero que notan distinto muchas embarazadas es un cansancio plomizo. Su cuerpo se concentra plenamente en el crecimiento del bebé, y eso resta mucha energía. A menudo, al comienzo del embarazo la tensión sanguínea es baja, lo que también quita energía. ¿Qué hacer? Por las mañanas, duchas de agua fría y caliente. En la oficina, mejor si utilizas la pausa de la comida para dar un paseo y tomar el aire. Y tómatelo con calma cuando estés cansada. Si tu cuerpo necesita mucha tranquilidad, la necesita. ¿Que te acuestas a la misma hora que las gallinas? A las embarazadas les está permitido.

¿Estoy bien alimentada, aunque las nauseas apenas me dejen comer?

No te preocupes, en cualquier caso tu bebé está bien alimentado. En las primeras semanas, muchas embarazadas incluso adelgazan en lugar de engordar, y no hay ningún problema. Hasta la décima semana no aumenta tu necesidad de calorías. Por supuesto que es importante que comas con normalidad en la medida de lo posible, aunque te siente mal. A muchas embarazadas les van bien las zanahorias rehogadas, que alivian la acidez de estómago y llenan. La única excepción es si antes de quedarte embarazada pesabas ya muy poco y después adelgazas drásticamente. En este caso, ve al ginecólogo o a la comadrona para que comprueben si estás bien alimentada.

¿Un embrión de dos centímetros debería tener ya un apodo cariñoso?

¡Claro! Al final, es el tema de conversación por excelencia de los padres. Y es mucho, mucho más bonito hablar de nuestro puntito, aliencito, pequeño inquilino, cosita o ranita que utilizar el término médico correcto de embrión o, a partir del tercer mes, feto. Pero cuidado, ¡no te acostumbres! Los padres deben procurar que en algún momento el nombre definitivo del bebé se establezca en el círculo de familiares y amigos. Seguro que a los futuros Javi o Ana no les apetece que les llamen a todas horas “cachorrito”.

¿Por qué lo primero que desaparece es mi cintura?

¿Parece que en lugar de estar embarazada has comido demasiado chocolate? No te preocupes, es totalmente normal que lo primero que desaparezca es tu cintura. ¿Por qué? Porque el cuello del útero primero crece hacia arriba y luego hacia adelante. Eso quiere decir que al principio del embarazo es del tamaño de una pera y se sitúa debajo del pubis. Después, crece cada vez más hacia arriba, incluso tú misma irás viendo cómo crece centímetro a centímetro hasta que supera el hueso púbico. Y una vez en este punto, la cintura desaparece. En torno a la semana 16 ya no hay rastro de ella, y la tripa empieza a crecer hacia adelante.

Via: serpadres.es