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07 agosto, 2013

La lactancia materna podría reducir el riesgo de padecer Alzheimer en las madres

Hace unas décadas la mayoría de los bebés tomábamos leche artificial. Esto hizo que justo cuando la ciencia avanzaba la leche materna quedara como una gran desconocida y que no sea hasta ahora, en la actualidad, cuando estamos descubriendo qué hace en el cuerpo de los bebés y qué hace en el de las madres que amamantan.

Sabemos que, entre otras cosas, dar el pecho reduce el riesgo de cáncer de mama, o lo que es lo mismo, que no amamantar aumenta el riesgo de padecerlo, y ahora conocemos otro efecto: la lactancia materna podría reducir el riesgo de padecer Alzheimer en las madres.
Datos del estudio

Para llegar a esta conclusión, investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, han realizado un estudio que se ha publicado en la revista “Journal of Alzheimer’s Disease“, en el que comentan además que cuanto más tiempo se prolonga la lactancia menor es el riesgo de padecer la enfermedad.

El estudio se hizo con 81 mujeres que padecen Alzheimer y 81 mujeres que no lo padecen (una muestra muy pequeña, en realidad), y les hizo ver que la lactancia ayuda a las mujeres que habían perdido tolerancia la insulina a restaurarla.

Ahora bien, cuando las mujeres tenían antecedentes de demencia en la familia, el efecto era menor, es decir, el riesgo se disminuía de un modo menos acentuado.

Los investigadores se muestran contentos al hallar nuevas líneas de investigación que les ayude a comprender cuáles son los factores que hacen que una persona sea susceptible de padecer la enfermedad de Alzheimer, que es el trastorno cognitivo más común del mundo, que afecta a 35,6 millones de personas, y contentos también porque la lactancia materna es cada vez más el alimento de los bebés, siendo una medida preventiva masiva y de nulo coste.

¿Cómo se explica?

El modo en que amamantar a un bebé disminuye el riesgo de padecer Alzheimer es desconocido. Los investigadores piensan que puede ser por la privación de la hormona progesterona durante la lactancia, conocida por hacer perder la sensibilidad de los receptores de estrógeno del cerebro, y que puede ser también por el aumento de tolerancia a la glucosa a través de la restauración de la sensibilidad a la insulina, ya que en el Alzheimer se observa una resistencia a la insulina en el cerebro.

Sea como sea, esperemos que esta nueva vía de investigación se amplíe con nuevos estudios que den conciencia a la sociedad, incluyendo al personal sanitario, de que lo más recomendable para los bebés y las madres es la lactancia materna y de que todos los que formamos el entorno debemos apoyar y ayudar a las madres para que puedan hacerlo sin críticas, sin interferencias y con al respeto que merecen.