El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid hace público un consejo a todas las mujeres que estén por ser madres, y es que su especialidad tiene técnicas capaces de evitar algunos de las secuelas más comunes del parto vaginal, que son los desgarros y la debilidad del suelo pélvico, lo que en la menopausia podría ocasionar incontinencia urinaria y prolapso.
Para ello, recomiendan seguir un programa de entrenamiento del suelo pélvico, algo de lo que ya habíamos hablado.
Pero la ayuda de un fisioterapeuta especializado puede potenciar considerablemente el efecto benéfico de estos ejercicios.
“Durante el embarazo hay que fortalecer la musculatura del suelo pélvico para conseguir un parto vaginal sin desgarros”, señaló el secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, José Santos. Para ello, los profesionales recurren a “maniobras de estiramiento y masaje perineal, mientras dura la gestación, con el fin de dar elasticidad al tejido conjuntivo”.
Otras funciones del fisioterapeuta es que prepara las articulaciones y el suelo pélvico para el parto, trata las lesiones que se puedan producir durante el embarazo y enseña una forma de empujar, para evitar el daño al resto de las vísceras pélvicas (vejiga, matriz y recto) ni causar daño perineal.
“Es muy importante que la embarazada tome conciencia de la musculatura de su suelo pélvico para que pueda hacer un buen control voluntario de su contracción”, explicaron.
Luego del parto, el profesional que realiza el tratamiento fisioterapéutico puede ayudar a normalizar el tono muscular aplicando técnicas de reeducación uro ginecológica como biofeedback, electro estimulación, ejercicios dirigidos, masaje perineal, ejercicios abdominopélvicos y terapias manuales, en el caso que exista lesión muscular, neurológica y debilidad o falta de control de la musculatura. Asimismo, puede darle formación en técnicas ergonómicas para un mejor desarrollo de las actividades de la vida diaria.
Finalmente, en la sexta semana posparto el fisioterapeuta debe hacer una valoración abdominopélvica, pelviperineal, del diafragma y un examen neurológico, controlando el estado en el que ha quedado el tejido, si las cicatrices están adheridas o no, si el masaje perineal es suficiente y si hay incontinencia urinaria o caída de vísceras.
Así que las futuras madres deberían tener en cuenta estas opciones, ya que a largo plazo son muchos los problemas que se pueden evitar.