Tal vez estás amamantando a tu primer bebé y te preguntaste si lo que comes podría modificar en algo el sabor de la leche. La respuesta es sí, definitivamente: los alimentos modifican el sabor de la leche materna.
Es que hay alimentos compuestos pro moléculas grandes, como las proteínas y carbohidratos complejos, que no pasan a la leche, pero en otros casos, las sustancias tienen moléculas muy pequeñas que pasan a través del tracto digestivo a la sangre, y de allí a la leche.
Algunos alimentos hacen a la leche más amarga. Estos son:
- El ajo, la cebolla y el puerro, por la presencia de sulfuro alílico.
- La col, por los isotiocinatos, de la familia del azufre.
- La alcachofa, por el aceite esencial de cinarina.
- El pimiento, por la acción del aceite de capsicina.
- Los espárragos, por la presencia del aceite esencial de asparagina.
- El apio, por la acción del aceite esencial de limonero.
- Las especies picantes y los condimentos fuertes
Pero hay que tener en cuenta, además, que si la madre consumió estos alimentos durante el embarazo, el bebé se ha ido habituando a estos sabores y también ha desarrollado enzimas para digerir las sustancias.